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El desarrollo de urbanizaciones depende de los viaductos del Piraí


Están en construcción condominios cerrados, con lagunas artificiales, así como parques acuáticos y otro tipo de planes habitacionales más económicos, situados al interior del municipio de Porongo
Decenas de grandes urbanizacio­nes cerradas y de alto valor eco­nómico han sido establecidas en el municipio de Porongo, luego de que el desaparecido Mario Foianini, hace 20 años, mandó construir el primer y único puente sobre el río Piraí para unir su em­prendimiento, Colinas del Urubó, con Santa Cruz de la Sierra.


Debido al uso y al paso del tiem­po el viaducto se deterioró, siendo reparado hace más de un año por la Alcaldía cruceña.

La demanda ante los munici­pios de parte de las nuevas em­presas urbanizadoras se centró en la construcción de varios puentes, pues sus potenciales clientes tra­bajan y realizan la mayor parte de sus actividades en la ciudad.

La Gobernación se hizo eco de los pedidos actuando rápida­mente al declarar, el 3 de mayo de 2018, como ruta metropolitana 1 el acceso desde el cuarto anillo de la ciudad hacia el Urubó.

Posteriormente, mandó confec­cionar un proyecto para edificar un viaducto paralelo al puente Mario Foianini, siendo licitado y luego adjudicado por la empresa El Ceibo SRL que, esta semana, debió colocar las canastillas para los pilotes de hormigón armado, pero, debido a los bloqueos, se ha postergado, aunque el plazo de 600 días calendario para su conclusión, sigue corriendo.

Expectativa

Siguiendo la ruta hacia la comuni­dad de Tarumatú, en el norte del municipio porongueño, hay en construcción varios condominios con lagunas artificiales, entre ellos Playa Turquesa o Puerto Esmeral­da; así como la tercera ampliación de Colinas del Urubó, Urubó Coun­try y La Floresta del Urubó.

Cerca de la ruta por donde de­be pasar el puente que la Alcaldía cruceña sugirió por el octavo ani­llo, los terrenos aún son rurales, pero en medio de las arboledas y de los caminos de tierra, aunque hay uno enladrillado, se ven los pórticos de ingreso a las futuras urbanizaciones o condominios.

Nombres como Trejo, Las Lo­mas casa Campestre, La Riviera, Las Palmas del Urubó, Urubó Galicia y Urubó Norte aparecen en las puertas que, aunque no se ve ni una vivienda, pero sí tienen guardias de seguridad.

Más al norte del futuro puente del octavo anillo se puede llegar a los predios del grupo empresarial La Fuente, muy cerca del munici­pio de Colpa-Bélgica.

Con el puente paralelo se am­pliarán los accesos a Colinas del Urubó, así como a los demás con­dominios establecidos a lo largo de la ruta pavimentada hacia Po­rongo, que hace dos años cons­truyó la Gobernación.

El puente Bicentenario, que fue ofrecido por la comuna de Poron­go y que, según el empresario Ma­rio Foiainini, se lo debe concretar porque está licitado y adjudicado, aunque hay férrea oposición de grupos activistas de defensa del medioambiente, como Colecti­vo Árbol, porque amenaza con depredar el cordón ecológico.

Por dicha ruta se beneficiarán Río Sierra, Arelis, Urubó West, Jar­dines del Urubó y Urubó Mirage, pues quedan a ambos lados. En cuanto al viaducto pro­veniente de la avenida Roca y Coronado que empalmará en el antiguo camino hacia las comuni­dades de Terebinto, Las Cruces y Los Batos, la principal beneficiada es la urbanización Urubó Village.

Por último, con el puente pro­puesto, sea por el sexto o por el octavo anillo lado suroeste, se comunicará el condominio Mar Adentro, que tiene una laguna ar­tificial en construcción, y el par­que acuático Laguna Capiguara. Asimismo, por este viaducto se podrá llegar rápidamente al pue­blo de Porongo.

Inversión

Luis Carlos Kinn, de la empresa Urubó Village, anunció que inver­tirán $us 17 millones en la cons­trucción de un puente que llevará el mismo nombre y que saldrá al cuarto anillo de la avenida Roca y Coronado.

?El puente beneficiará directa­mente a los 20.000 habitantes del municipio de Porongo, entre ellas sus comunidades Los Batos, Las Cruces o Terebinto, no solo será para las urbanizaciones cerradas.

Lo hemos diseñado de otra mane­ra, cuidando de no tocar ni un solo árbol y de no dañar la llanura de inundación?, dijo Kinn.